jueves, 31 de octubre de 2013

la eficiencia energetica en hoteles se enfoca hacia el NO-consumo.

El consumo casi nulo es, en su opinión, posible: “en primer lugar, y fundamental, con el aislamiento del edificio, con una envolvente que a lo mejor no es necesario aplicar en todo el inmueble, sino que con una termografía se puede comprobar en qué puntos se producen las mayores pérdidas de energía para adoptar las medidas necesarias que produzcan un mayor ahorro”.

De este modo, añade, “la arquitectura en sí misma puede facilitar un ahorro importante de energía, que también puede venir de la mano de un simple sombreamiento adecuado de determinadas fachadas, dependiendo de su orientación”. El objetivo es que “no se vaya el calor y que al mismo tiempo no entre; el sol y la luz natural son buenos, pero siempre que sean tratados”.

A partir de esa base el siguiente paso es, según Pereda, “incorporar energías renovables, mejorar la iluminación con LED y detectores de presencia, así como mejoras también en climatización. Además resulta fundamental la gestión domótica para que todo entre en funcionamiento cuando realmente se necesita”.
La secretaria general del COAM es consciente de que “la adaptación de estas medidas ha de compaginarse con la actividad del hotel, llevándose a cabo en temporada baja y de manera parcial”. No en vano su implantación puede llegar a reducir la factura energética hasta en un 70%, además de mejorar la imagen del establecimiento.
La inversión, según apunta Pereda, “con las ayudas del IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía) y el plan PIMA SOL, puede quedar amortizada en siete u ocho años e incluso en menos, dependiendo de su cuantía”.
El sector hotelero, explica, “es consciente de ello y ya aplica bastantes de estas medidas, porque además hay que tener en cuenta que en su caso la misma persona o empresa que hace el desembolso es la que obtiene su retorno”. Por segmentos, “en los establecimientos urbanos se perciben mejor los resultados al mantener, en líneas generales, unos niveles de ocupación constantes a lo largo del año; mientras que en los vacacionales resulta imprescindible el control domótico para poder parcializar y sectorizar los consumos”.
Madrid Renove Hoteles
Para contribuir a la aplicación de este tipo de medidas en los establecimientos alojativos, el COAM ha lanzado el concurso Madrid Renove Hoteles, tras el éxito logrado en su primera edición con una comunidad de vecinos, con el fin de convertir a los dos hoteles que finalmente salgan seleccionados en “los buques insignia de un sector renovado y eficiente”. Además con grandes ventajas para ellos, ya que los patrocinios del programa permitirán reducir hasta en un 50% el coste de su rehabilitación.
Al concurso, que se lanzó la semana pasada coincidiendo con la Semana de la Arquitectura, se pueden presentar, como ha detallado Pereda, “hoteles medianos de más de 50 habitaciones, con carácter representativo y cuyo propietario o cadena muestren su ilusión por este proyecto”. El fallo será en noviembre para un mes después lanzar el concurso de arquitectura, de manera que las obras puedan comenzar el próximo mayo y finalizar para diciembre de 2015.

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