martes, 5 de noviembre de 2013

Hyperloop apuesta por la energía solar para el transporte del futuro



Imagínese entrando en una cápsula de menos de dos metros de diámetro junto con otros 27 pasajeros, todos sentados cómodamente; las puertas se cierran y la cápsula, dentro de un tubo, acelera, alcanza la velocidad de crucero de más de 1.200 kilómetro por hora y cubre la distancia de Madrid a Barcelona en poco más de media hora desplazándose sobre un colchón de aire. Sería algo así como viajar por una versión de gran tamaño de uno de esos tubos neumáticos de antaño tan comunes para enviar documentos de una oficina a otra en un edificio. La idea se llama hyperlool y es la nueva propuesta del millonario estadounidense de la tecnología, Elon Musk, muy activo en el sector espacial con su empresa "http://www.spacex.com/" y en la automoción eléctrica, con sus coches tesla. Su objetivo es revolucionar el transporte y ha presentado el lunes el concepto de esta alternativa a los tradicionales trenes, aviones, coches y barcos. Musk asegura que el Hyperloop sería seguro, rápido, barato, inmune a la meteorología, sostenible y resistente a los terremotos.
Para desplazarse por el tubo, con baja presión en el interior, las cápsulas llevarían un compresor-ventilador en la punta que desplazaría aire desde la parte frontal a la trasera. La gracia es que ese mismo aire desplazado hacia atrás haría de colchón sobre el que se desplazaría el vehículo, sin ruedas, sin railes y con escasa fricción.
Las cápsulas, en la propuesta de Musk, podrían ser de dos tipos: unas exclusivamente para pasajeros (28 en catorce filas de dos asientos) más equipaje, y otra mixta, con capacidad para dos o tres coches. La primera mediría 1,35 de ancho y 1,10 de alto y pesaría uso 3.100 kilos. La segunda sería un poco mayor. El tubo cilíndrico de acero (dos, uno junto a otro, para circular en los dos sentidos), de algo más de dos metros de diámetro, puede ir sujeto sobre pilonas a 30 metros una de otra, lo que permite, entre otras ventajas, una construcción segura frente a terremotos. Además, este sistema simplifica las soluciones necesarias para hacer frente a la expansión/contracción térmica. Unos motores de inducción electromagnética, situados en varios puntos a lo largo del trayecto, acelerarían las cápsulas y las renovarían el impulso cada cien kilómetros. Las cápsulas, que partirían cada dos minutos, pero se podría reducir el tiempo entre una y otra para incrementar el número de pasajeros. “La línea de partida actual es de 40 cápsulas en el recorrido durante las horas punta, seis de ellas en los terminales para cargarlas y descargarlas”, explica Musk. El sistema será mucho más seguro que los trenes y los aviones, asegura, ya que “las capsulas no pueden ni caerse en vuelo ni descarrilar”.

3 comentarios:

  1. ¡Dios mío! Es lo que siempre había querido probar. Y el que haya visto visto cierta serie de animación sabrá a lo que me estoy refiriendo. Desde que vi por primera vez como en la dichosa serie "Futurama" como usaban esta misma tecnología para desplazarse de un lugar a otro de la ciudad, en los que en este caso las personas viajaban sin capsula alguna a través del tubo, siempre me había preguntado como sería. Sin duda alguna una aproximación a lo dicho y una alegría para mí.

    Por otro lado se tendría que ver la reacción del cuerpo al alcanzar esas velocidades y la sensación de claustrofobia en las personas que sufran de la misma.

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  2. Sin duda una entrada muy interesante. Para mi algo así significa reinventar el futuro, esto supera todas las expectativas. Estas son las cosas por las que debemos intentar especializarnos en nuestro amigo el sol, ya que es el futuro, y va abarcar multitud de sectores, en este caso, el transporte. Gran trabajo compañeros!

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